Alajuelita reunirá a leyendas del boxeo costarricense

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Por Jennifer Aranda  alajuelitasoy@gmail.com

Desde 2016, boxeadores nacionales retirados que marcaron la historia de Costa Rica se reúnen anualmente para recordar sus triunfos y su carrera pugilística. Este año las leyendas del boxeo se encontrarán el domingo 3 de noviembre en restaurante Los Conejos ubicado en San Josecito de Alajuelita a partir de las 2 pm.

Entre los atletas que participarán del convivió están: José David Garro, campeón en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1975; Álvaro Rojas, quien disputó el título mundial en Japón en el mismo año; Jorge Prendas, campeón en Juegos Nacionales Florida 1979; y Humberto Aranda, único boxeador tico en asistir a unos juegos olímpicos y reconocido por ser referencia en el deporte alajueliteño.

Esta será la tercera ocasión en la que los pugilistas se reencontrarán. La primera fue en 2016 en las instalaciones del Colegio Científico Bilingüe Reina de los Ángeles, y la segunda en 2018 en Tista’s Bar, lugar de reunión de los boxeadores en las décadas de 1960 a 1980.

Primera reunión en 2016. Con el homenajeado y recién fallecido don Jorge «El Tigre» Manzanares.

Reinaldo Matamoros, Carlos «Toyota» Lizano, Jorge Vargas y Rodolfo Contreras, también son parte de las leyendas del boxeo Tico. Algunos de ellos, como Garro, sus hermanos y Félix Madrigal son de raíces alajueliteñas.

Además de los boxeadores retirados, se invitó a Rafael Vega, Presidente de la Asociación Costarricense de Boxeo Aficionado (ACBA), y a los boxeadores profesionales Hanna Gabriels, Bryan «Tiquito» Vásquez y Yokasta Valle.

Segunda reunión en 2018. Eugenio Porras, Daniel Murillo, Adolfo Delgado, Edgar Jovel, Manuel Sabanilla, Julio Pérez y Rafael Colochos (de izquierda a derecha).

Gracias a la iniciativa de Humberto Aranda en 2016 de homenajear a su entrenador Jorge «El Tigre» Manzanares, los pugilistas continúan reuniéndose para rememorar sus más queridos momentos en la carrera deportiva.

Se espera que esta no sea la última vez que convivan, y que cada año se unan más boxeadores para celebrar juntos «el arte de golpear sin ser golpeado».